Entrevista con: El Duri

Encontramos a Duri en su sitio habitual de descanso, en la oficina. Luce su sempiterna sonrisa, que sólo tuerce durante un momento cuando conseguimos despertarle. Rápidamente y antes de que vuelva a dormirse, le ponemos un gotero de Red Bull. A la segunda lata empieza a comprender las preguntas y con la tercera ya es capaz de responderlas.

- Joaquín: “Buenos días, señor Durán”

- Duri: “…………..”

- J: “¡Buenos días señor Durán!”

- D: “……………”

- J: “ ¡¡¡Qué buenos días!!!

- D: “¿Decía algo? Anda póngase en la derecha que por la izquierda soy un poco duro de oído”

- J: “Siempre es un honor estar a la derecha del Duri. Decía que buenos días”

- D: “Muy buenos días”

- J: “Es usted uno de los más ilustres veteranos del Club. ¿Cómo hace para seguir tantos años en la brecha”

- D: “Sé que a Juan Antonio no le va a gustar nada lo que voy a decir, pero mi método consiste en no estresarme por nada, y lo más importante, no discutir por ningún motivo.

- J: “No será por eso …”

- D: “Bueno pues no será, pero funciona. Y la demostración está en que entrenando sólo dos días a la semana más la tiradilla de los domingos, he conseguido no correr nunca un Maratón”

- J: “¡Es extraordinario!”

- D: “Pues aquí me tiene, hecho un chaval y sin secuelas de los sobresfuerzos realizados”

- J:"Perdone la indiscreción, pero ni yo ni nadie le ha visto hacer nunca un sobresfuerzo"

- D:"Es que soy muy tímido e introvertido"

- J: “Pero vayamos por partes. Usted empezó en el mundo del baloncesto, alcanzando fama como uno de los mejores y de los más bajitos aleros anotadores que han dado las dos Castillas”

- D: “Efectivamente, fue una gran época”

- J: “¿Y por qué lo dejó? ¿Fue por la edad o por alguna lesión”

- D: “Fue por los balonazos. Yo atacaba por la izquierda, algo intrínseco en mí, y la verdad es que no los oía llegar. En uno de mis últimos partidos un balón me rebotó en la oreja derecha, y a pesar de conseguir una canasta de tres, ante el temor de alguna grave lesión, decidí cambiar de deporte y empecé a correr.

- J: “Esa fue la época en que yo le conocí corriendo por las pistas. Me recordaba mucho a los hippies, siempre a vueltas con la hierba.

- D: “Es cierto. Me daban miedo las cuestas que se veían en el exterior, y lo que le pudiera pasar a mi maltrecho corazón”

- J: “Pero usted tiene bien el corazón”

- D: “Eso es lo que dicen los médicos, pero la verdad es que no tienen ni puta idea. Lo mismo dicen de mi hígado, riñón, estómago y sin embargo ya me ve usted”

- J: “¿Cómo?”

- D: “¿Y a usted qué le importa!”

- J: “Pero si usted está más sano que una manzana”

- D: “¡Si yo le contara!”

- J: “Cuente, cuente”

- D: “¡No me tiente!”

- J: “Bueno, pues vamos al grano: ¿qué le convenció para salir por fin a correr por esos mundos de Dios?”

- D: “Fue usted. Me enteré que corre siempre con Cafinitrina en el bolsillo y eso me animó mucho a acompañarle en sus salidas”

- J: “Pero lo mío es por mera precaución”

- D: “¿Y por qué se creé que es lo mío?”

- J:"Está bien. ¿Que carrera está preparando ahora?

- D:"La de todas las temporadas. Después del verano empiezo a preparar la Media de Guadalajara, y en cuanto termina empiezo a prepararme para preparar la del año siguiente"

- J:"¿Y no corre ninguna más"

- D:"A veces si, pero suele ser por equivocación o para mortificación de mi carne pecadora"

- J: “Hablando de sus carnes: ¿Dónde consigue usted ese tono moreno en la piel, envidia de los hombres y perdición de muchas mujeres?”

- D: “Es mi tono natural. La verdad es que no utilizo ni rayos UVA, ni cremas ni artilugios parecidos. Es un don con el que me ha agraciado el destino”

- J: “Entonces la marcada musculación de su aparato locomotor también será genética”

- D: “Por supuesto. Cualquiera puede comprobar que no dedico ni un minuto al gimnasio”

- J: “ ¡Qué suerte, es usted un privilegiado! Pero vamos con la pregunta que todo el mundo está esperando. A ver si es usted capaz de levantar el velo del secreto mejor guardado del Club. ¿Para cuándo su primer Maratón?”

- D: “Lo cierto es que nunca me lo había planteado, pero aprovechando la ocasión, tampoco me lo voy a plantear ahora. Tal vez si se celebrara alguno en Guadalajara … Pero mientras el más cercano sea en Madrid …. El viaje puede producirme una descompensación tensorial, que unido al exceso de hidratos de carbono que pueden alterar mi nivel óptimo de glucosa, es fácil que me indujeran una reacción psicótica y paranoide. Y no olvidemos los problemas gastrointestinales derivados de ….. ¡Joder, no me imaginaba que era tan duro lo del maratón!”

- J: “Pero hay cerveza gratis en la llegada”

- D: “¿Cerveza? Recuerdo haber probado alguna. ¿Es roja?”

- J: “No, eso es vermuth. Es amarilla”

- D: “¿Qué asco!”

- J: “Pues iba a invitarle a una para agradecerle sus respuestas, pero se tendrá que conformar con vaso de agua”

- D: “Que sea mineral, por favor”

- J: “Así será. Muy buenos días”

- D: “Eso, con olivas”