Tenéis que reconocer que este título es cuanto menos curioso para un entrenamiento. Pero resulta que esta mañana, cuando íbamos corriendo por la Mota, unas esforzadas andarinas del Deportivo Inserso se han hecho a un lado al vernos llegar, y han comentado entre ellas:
- "¡Cuánta gente!"
- "Pues la mayoría son ya mayores..."
- "¡Y además llevan mujeres ...!" - ha concluido la más veterana.
Y tal y como lo he escuchado os lo reproduzco, con la intención de resaltar que hoy que probablemente hemos batido el record de asistencia a un entrenamiento, casi el 20% de los corredores pertenecían al sexo dominante. Hay que seguir animando a vuestras chicas para que corran y poder conseguir así la paridad. (Ya veo a Juan Antonio operándose para poder ganar las próximas elecciones).
Como os decía, hoy record de participación, 46 corredores entre los que cada día encontramos caras nuevas,
junto con otros que no enseñan la cara, pero que nos muestran unos modelitos dignos de mejor causa.
Como nuestro nuevo entrenador nos había indicado que no deberíamos hacer grandes cuestas a estas alturas, alguna lumbrera decidió que hoy subiríamos la carretera de Centenera, y a ello nos pusimos con alegría y en masa.
La subida espectacular como siempre, con unas vistas que alcanzan la Sierra de Madrid, el Ocejón, las llanuras de la Alcarria y el culo del que llevas delante.
En una cosa sí que hicimos caso a Luis Gil. El entrenamiento lo efectuamos en los tres grupos previstos para preparar el Maratón de Madrid. Primero Los Piernas, a velocidad de crucero. Por detrás Los Paquetes, lentos pero seguros. Y en el medio el concurrido grupo de Los Quiero y No Puedo, con su sempiterna crisis existencial. Por supuesto que yo, justo y solidario, permanecí fiel a mi grupo de siempre, al que hoy se unió Julio, recién salido de una lesión y que nos hizo todas la fotos de la subida. Las de la salida las hizo Francisco, antes de desaparecer como el viento. Gracias a los dos.
Para bajar hubo división de opiones. Unos por la cuesta de Las Palomas, otros por Las Moreras y algún otro por Iriépal. Pero como era cuesta abajo a nadie le pareció mal. Llegamos a las pistas, nos comimos las naranjas (deprisa, eso sí, porque estaban los del rugby y ya sabemos el hambre que se gastan) y cada cual para su casa.
Y para terminar os recuerdo las próximas citas: el miércoles primer entrenamiento con Luis para preparar el Maratón, a las 19:30 en las pistas (en breve se publicará en la página Web del Club la tarea para esta primera semana). Aún estáis a tiempo de apuntaros.
Y el domingo la Media Maratón de Fuencarral. Los que no vayamos nos veremos en las pistas con la ruta que nos prepare nuestro entrenador. Ahí es nada.
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Meditación: El viernes le pregunté al médico si despues de la lesión podría bajar de tres horas en el maratón. Me dijo que sin ningún problema. Pero me parece mal quitarle el puesto en el equipo de competición a algún compañero. Así que no se lo voy a decir a nadie.
- "¡Cuánta gente!"
- "Pues la mayoría son ya mayores..."
- "¡Y además llevan mujeres ...!" - ha concluido la más veterana.
Y tal y como lo he escuchado os lo reproduzco, con la intención de resaltar que hoy que probablemente hemos batido el record de asistencia a un entrenamiento, casi el 20% de los corredores pertenecían al sexo dominante. Hay que seguir animando a vuestras chicas para que corran y poder conseguir así la paridad. (Ya veo a Juan Antonio operándose para poder ganar las próximas elecciones).
Como os decía, hoy record de participación, 46 corredores entre los que cada día encontramos caras nuevas,
junto con otros que no enseñan la cara, pero que nos muestran unos modelitos dignos de mejor causa.
Como nuestro nuevo entrenador nos había indicado que no deberíamos hacer grandes cuestas a estas alturas, alguna lumbrera decidió que hoy subiríamos la carretera de Centenera, y a ello nos pusimos con alegría y en masa.
La subida espectacular como siempre, con unas vistas que alcanzan la Sierra de Madrid, el Ocejón, las llanuras de la Alcarria y el culo del que llevas delante.
En una cosa sí que hicimos caso a Luis Gil. El entrenamiento lo efectuamos en los tres grupos previstos para preparar el Maratón de Madrid. Primero Los Piernas, a velocidad de crucero. Por detrás Los Paquetes, lentos pero seguros. Y en el medio el concurrido grupo de Los Quiero y No Puedo, con su sempiterna crisis existencial. Por supuesto que yo, justo y solidario, permanecí fiel a mi grupo de siempre, al que hoy se unió Julio, recién salido de una lesión y que nos hizo todas la fotos de la subida. Las de la salida las hizo Francisco, antes de desaparecer como el viento. Gracias a los dos.
Para bajar hubo división de opiones. Unos por la cuesta de Las Palomas, otros por Las Moreras y algún otro por Iriépal. Pero como era cuesta abajo a nadie le pareció mal. Llegamos a las pistas, nos comimos las naranjas (deprisa, eso sí, porque estaban los del rugby y ya sabemos el hambre que se gastan) y cada cual para su casa.
Y para terminar os recuerdo las próximas citas: el miércoles primer entrenamiento con Luis para preparar el Maratón, a las 19:30 en las pistas (en breve se publicará en la página Web del Club la tarea para esta primera semana). Aún estáis a tiempo de apuntaros.
Y el domingo la Media Maratón de Fuencarral. Los que no vayamos nos veremos en las pistas con la ruta que nos prepare nuestro entrenador. Ahí es nada.
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Meditación: El viernes le pregunté al médico si despues de la lesión podría bajar de tres horas en el maratón. Me dijo que sin ningún problema. Pero me parece mal quitarle el puesto en el equipo de competición a algún compañero. Así que no se lo voy a decir a nadie.
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