Como no sabia qué hacer, y matar moscas con el rabo me produce cierta repugnancia, he decidido acercarme con la bicicleta a las 8:15 a Rufino Blanco para ver quienes iban a ir a Getafe. En total han sido 11 los corredores que han acudido a la cita, más los 4 o 5 que han ido directamente.
Mañana sabremos las clasificaciones, pero os puedo adelantar que han sido buenas. Y quisiera aprovechar para felicitar a Jose Luis Temprado, del que me han dicho que ha bajado por fín de 1:50. Es más, creo que ha estado en torno a 1:45. Enhorabuena.
Despues y otra vez con la bicicleta, he ido a ver cuántos eran los que acudían a las pistas, pensando que visto lo visto no serían muchos, pero al final han sido veintitantos. El Club cada vez está más poderoso.
Se me había ocurrido proponerles darle otra vuelta al carril bici, dado que los caminos siguen estando muy embarrados, pero me acordé de las rimas de mi casi tocayo Braulio Foz,
y preferí no seguir tentando la suerte. Braulio Foz fue el autor, entre otras obras de la Vida de Pedro Saputo, donde decía que "la necedad es mal incurable y piedra en que siempre se tropieza; y que los tres mayores trabajos que puede pasar un hombre son vivir con necios, tratar con embusteros y viajar con un cobarde". No hice más que leer el párrafo y me entraron sudores frios.
(Por cierto, que Gustavo Adolfo Bequer en sus Cartas desde el monasterio de Veruela , también habla de Trasmoz, diciendo que en dicho pueblo "... tienen lugar las grandes fiestas nocturnas de las amazonas del escobón, los sapos con collareta y toda la abigarrada servidumbre del macho cabrío, su ídolo y jefe." Lo dice Gustavo, y por algo lo dirá.)
Pues eso, al final y por mayoría ganó de nuevo la Peña Hueva. El día era muy bueno para subir, algo fresquito pero sin viento, y un grupo muy agrupado partió hacia la cima.
Como podréis comprobar viendo las fotos y el reportaje, yo no pude subir ya que están de reformas forestales y está prohibido el paso a las bicicletas, por lo que me dí una vuelta hasta Torija, y luego volví a las pistas en busca de noticias, y estas han sido buenas.
Mercedes, Pedro, Fernando y Oscar se han estrenado hoy en la subida a la Peña Hueva, y ya forman parte de la élite y pueden considerarse socios de pleno derecho. Sergio y David han hecho la subida por primera vez desde que están en el Club, pero ya eran veteranos de la Peña, aunque también hay que reconocerles los galones.
Luego, mientras los demás se comían las naranjas, he dejado la bicicleta y he corrido la friolera de 20 minutos por la hierba sin dolores, lo que me da esperanzas de que pueda acompañaros este año en el Mapoma. Maribel lo tiene más difícil. Para correr necesita quedarse embarazada (el médico le ha dicho que sólo puede correr en cinta) y yo ya no estoy para esos trotes.
Y a ver si terminan ya las lluvias y empezamos a hacer rutas más creativas. Nos vemos.
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Nota: Al principio llamaba a Braulio Foz casi tocayo. El era nacido en el Bajo Aragón, en Fórnoles, no muy lejos de mi pueblo, Letux. En este último habitaban desde el siglo IX, la aguerrida tribu bereber de los Ayt Yettureg, hasta que en 1.117 fue reconquistado por las huestes de Alfonso I el Batallador. Entre sus mesnadas se encontraba un valiente noble asturiano, el Conde de la Foz, al que el rey en agradecimiento por sus servicios dio el pueblo en feudo. Por lo visto, el conde no sólo era valiente, sino que debía de ser bastante rijosillo, ya que a día de hoy una gran parte del pueblo lleva su apellido, en sus formas de Foz y Lafoz, así como sus derivadas Hoz y Lahoz. Por eso lo de tocayo. Y seguramente también lo de no poder ver la sangre azul ni en pintura.
Mañana sabremos las clasificaciones, pero os puedo adelantar que han sido buenas. Y quisiera aprovechar para felicitar a Jose Luis Temprado, del que me han dicho que ha bajado por fín de 1:50. Es más, creo que ha estado en torno a 1:45. Enhorabuena.
Despues y otra vez con la bicicleta, he ido a ver cuántos eran los que acudían a las pistas, pensando que visto lo visto no serían muchos, pero al final han sido veintitantos. El Club cada vez está más poderoso.
Se me había ocurrido proponerles darle otra vuelta al carril bici, dado que los caminos siguen estando muy embarrados, pero me acordé de las rimas de mi casi tocayo Braulio Foz,
De las brujas de Trasmoz,
que de unas a otras se heredan
y así sostienen su fama,
no habléis mal
porque se vengan.
Por eso yo, si por acaso
las veo o se me presentan,
lo primero que hago es darles
un beso y una peseta.
que de unas a otras se heredan
y así sostienen su fama,
no habléis mal
porque se vengan.
Por eso yo, si por acaso
las veo o se me presentan,
lo primero que hago es darles
un beso y una peseta.
y preferí no seguir tentando la suerte. Braulio Foz fue el autor, entre otras obras de la Vida de Pedro Saputo, donde decía que "la necedad es mal incurable y piedra en que siempre se tropieza; y que los tres mayores trabajos que puede pasar un hombre son vivir con necios, tratar con embusteros y viajar con un cobarde". No hice más que leer el párrafo y me entraron sudores frios.
(Por cierto, que Gustavo Adolfo Bequer en sus Cartas desde el monasterio de Veruela , también habla de Trasmoz, diciendo que en dicho pueblo "... tienen lugar las grandes fiestas nocturnas de las amazonas del escobón, los sapos con collareta y toda la abigarrada servidumbre del macho cabrío, su ídolo y jefe." Lo dice Gustavo, y por algo lo dirá.)
Pues eso, al final y por mayoría ganó de nuevo la Peña Hueva. El día era muy bueno para subir, algo fresquito pero sin viento, y un grupo muy agrupado partió hacia la cima.
Como podréis comprobar viendo las fotos y el reportaje, yo no pude subir ya que están de reformas forestales y está prohibido el paso a las bicicletas, por lo que me dí una vuelta hasta Torija, y luego volví a las pistas en busca de noticias, y estas han sido buenas.
Mercedes, Pedro, Fernando y Oscar se han estrenado hoy en la subida a la Peña Hueva, y ya forman parte de la élite y pueden considerarse socios de pleno derecho. Sergio y David han hecho la subida por primera vez desde que están en el Club, pero ya eran veteranos de la Peña, aunque también hay que reconocerles los galones.
Luego, mientras los demás se comían las naranjas, he dejado la bicicleta y he corrido la friolera de 20 minutos por la hierba sin dolores, lo que me da esperanzas de que pueda acompañaros este año en el Mapoma. Maribel lo tiene más difícil. Para correr necesita quedarse embarazada (el médico le ha dicho que sólo puede correr en cinta) y yo ya no estoy para esos trotes.
Y a ver si terminan ya las lluvias y empezamos a hacer rutas más creativas. Nos vemos.
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Nota: Al principio llamaba a Braulio Foz casi tocayo. El era nacido en el Bajo Aragón, en Fórnoles, no muy lejos de mi pueblo, Letux. En este último habitaban desde el siglo IX, la aguerrida tribu bereber de los Ayt Yettureg, hasta que en 1.117 fue reconquistado por las huestes de Alfonso I el Batallador. Entre sus mesnadas se encontraba un valiente noble asturiano, el Conde de la Foz, al que el rey en agradecimiento por sus servicios dio el pueblo en feudo. Por lo visto, el conde no sólo era valiente, sino que debía de ser bastante rijosillo, ya que a día de hoy una gran parte del pueblo lleva su apellido, en sus formas de Foz y Lafoz, así como sus derivadas Hoz y Lahoz. Por eso lo de tocayo. Y seguramente también lo de no poder ver la sangre azul ni en pintura.
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