Este ha sido el primer maratón que he corrido con clima invernal. Hasta ahora los había hecho siempre en primavera, con excepción del Millenium Maratón del año 2.000, que fue a finales de Septiembre si mal no recuerdo (bien desde luego que no lo recuerdo, pues creo que a casi todos nos dejó un mal sabor de boca).
He pasado la última semana muy preocupado por el tiempo y por la ropa que debería ponerme, así como por ver cómo respondería el cuerpo en los kilómetros finales si el día salía frio y con agua. También me preocupaba el circuito, llano y con tres vueltas.
Y efectivamente, el día salió frio, con agua, y para acabarlo de arreglar, con mucho viento. Es decir, el peor de los escenarios posible de entre todos los que me había imaginado. Y después de correr he llegado a las siguientes conclusiones:
- Es preferible correr con frio que con calor. Se bebe menos, se suda menos y se va con más alegría. Eso sí, si se llega justo de preparación, se puede pasar muy mal al final. Si te ves obligado a bajar mucho el ritmo, te puedes quedar helado.
- El agua y el viento se soportan mejor cuando hace calor, pero si me dan a elegir entre un día caluroso sin viento y con sol, y otro frio con agua y viento, me quedo con el segundo. De hecho, los maratones en los que peor lo he pasado (y no sólo yo), han sido los más calurosos.
- Ha habido quien me ha comentado que no le gustaban los circuitos llanos, ya que aunque no te fuerzas en las cuestas, tampoco dispones de bajadas para recuperar, y que mantener un ritmo constante en llano era muy difícil. Pues ya puedo decir que no estoy de acuerdo. En llano se puede dosificar mucho mejor el esfuerzo y ninguna cuesta te deja sin piernas en el peor momento.
- Lo de que el circuito tenga varias vueltas creo que no influye si vas más o menos bien preparado. Y tiene la ventaja de que si te encuentras mal, te puedes quedar en meta sin tener que coger al autobús. Además los acompañantes te pueden animar un montón de veces sin tener que hacer otro maratón paralelo.
En definitiva, que si no se llega justo de preparación, prefiero un maratón fresquito. Visto lo cual, y como habréis comprobado en el encabezamiento, me apunto a preparar el de Barcelona, que es la primera semana de Marzo, cuando finaliza el invierno y asoma la primavera, pero en la que todavía no hace calor, y hasta es posible que tengamos suerte y llueva.
He pasado la última semana muy preocupado por el tiempo y por la ropa que debería ponerme, así como por ver cómo respondería el cuerpo en los kilómetros finales si el día salía frio y con agua. También me preocupaba el circuito, llano y con tres vueltas.
Y efectivamente, el día salió frio, con agua, y para acabarlo de arreglar, con mucho viento. Es decir, el peor de los escenarios posible de entre todos los que me había imaginado. Y después de correr he llegado a las siguientes conclusiones:
- Es preferible correr con frio que con calor. Se bebe menos, se suda menos y se va con más alegría. Eso sí, si se llega justo de preparación, se puede pasar muy mal al final. Si te ves obligado a bajar mucho el ritmo, te puedes quedar helado.
- El agua y el viento se soportan mejor cuando hace calor, pero si me dan a elegir entre un día caluroso sin viento y con sol, y otro frio con agua y viento, me quedo con el segundo. De hecho, los maratones en los que peor lo he pasado (y no sólo yo), han sido los más calurosos.
- Ha habido quien me ha comentado que no le gustaban los circuitos llanos, ya que aunque no te fuerzas en las cuestas, tampoco dispones de bajadas para recuperar, y que mantener un ritmo constante en llano era muy difícil. Pues ya puedo decir que no estoy de acuerdo. En llano se puede dosificar mucho mejor el esfuerzo y ninguna cuesta te deja sin piernas en el peor momento.
- Lo de que el circuito tenga varias vueltas creo que no influye si vas más o menos bien preparado. Y tiene la ventaja de que si te encuentras mal, te puedes quedar en meta sin tener que coger al autobús. Además los acompañantes te pueden animar un montón de veces sin tener que hacer otro maratón paralelo.
En definitiva, que si no se llega justo de preparación, prefiero un maratón fresquito. Visto lo cual, y como habréis comprobado en el encabezamiento, me apunto a preparar el de Barcelona, que es la primera semana de Marzo, cuando finaliza el invierno y asoma la primavera, pero en la que todavía no hace calor, y hasta es posible que tengamos suerte y llueva.
Estoy de acuerdo absolutamente en tus comentarios sobre el maraton de San Sebastian, ya que despues de sesudas meditaciones, postmaraton, he llegado a la conclusión de que no creo que hubiese hecho mejor tiempo de "marca" si hubiera hecho menos frio y menos viento, que es el principal recuerdo que tengo, y de paso comento que hice este maraton hace ya 18-19 años, era casi el mismo recorrido, pero pasaba unas cuantas veces por las calles al lado del rio Urumea, me fije el dia anterior que en el rio era donde mas soplaba el viento, por eso quizas hay que felicitar a la organización, porque nos llevaba siempre arropados por calles y avenidas en las que ese viento soplaba pero mucho menos que al lado del Kursal y el pequeño y en otras ocasiones precioso recorrido por la playa de la Concha.
ResponderEliminarPara los fans de los 42 y pico, ya hay unos cuentos que han puesto su mirada en el próximo Maraton de Barcelona.