El Pico del Águila nos esperaba bajo un sol abrasador,

mientras nos reuníamos poco a poco en las pistas, serios y con un ligero temblor en las piernas,


(excepto Emilio, que tenía el temblor en todo el cuerpo, después de una larga noche de trabajo).. Aquí lo tenemos, en medio del grupo, ya en el puente de Tórtola. En total fuimos 2 miembras y 9 miembros del Club los que nos atrevimos con la ruta.

Y con Maribel siempre en cabeza, empezamos la ascensión.

Y como os decía ayer, siempre encontramos a alguien que le gusta entrenar a escondidas, y por dirección prohibida.

La subida, como siempre, fue larga y dura,

pero una vez arriba, y mientras esperábamos a los últimos, pudimos saborear la bebida isotónica cortesía del Club, y disfrutar de las mejores vistas de la zona.


La bajada fue muy rápida, hasta llegar a la fuente de Tórtola,

y rápida continuó hasta volver a los coches. Pero todos terminamos bien y con buen humor, hasta el punto que Emilio y Alfredo todavía tuvieron ganas de meterse media docena más de kilómetros, y regresaron a las pistas corriendo. A ver qué se nos ocurre para el fin de semana que viene.

Aquí os dejo el enlace con el álbum de fotos de la jornada. (Al final he añadido unas que hice el sábado con José Luis Temprado, mientras escondíamos el agua, en las que se puede seguir toda la subida)
Por cierto, Jose Luis, que nos extrañó mucho a todos que no viniera, me llamó después para decirme que no pudo asistir pues había tenido un accidente de narices con la bicicleta. Literalmente. Tropezó con un bordillo, salió despedido por delante, y para no lesionarse las manos, decidió amortiguar la caída con la nariz, lo que le protegió de una posible lesión grave. Al final, cuatro puntos de nada y el martes a entrenar. Ánimos, y un abrazo a José Luis.


mientras nos reuníamos poco a poco en las pistas, serios y con un ligero temblor en las piernas,


(excepto Emilio, que tenía el temblor en todo el cuerpo, después de una larga noche de trabajo).. Aquí lo tenemos, en medio del grupo, ya en el puente de Tórtola. En total fuimos 2 miembras y 9 miembros del Club los que nos atrevimos con la ruta.

Y con Maribel siempre en cabeza, empezamos la ascensión.

Y como os decía ayer, siempre encontramos a alguien que le gusta entrenar a escondidas, y por dirección prohibida.

La subida, como siempre, fue larga y dura,

pero una vez arriba, y mientras esperábamos a los últimos, pudimos saborear la bebida isotónica cortesía del Club, y disfrutar de las mejores vistas de la zona.


La bajada fue muy rápida, hasta llegar a la fuente de Tórtola,

y rápida continuó hasta volver a los coches. Pero todos terminamos bien y con buen humor, hasta el punto que Emilio y Alfredo todavía tuvieron ganas de meterse media docena más de kilómetros, y regresaron a las pistas corriendo. A ver qué se nos ocurre para el fin de semana que viene.

Aquí os dejo el enlace con el álbum de fotos de la jornada. (Al final he añadido unas que hice el sábado con José Luis Temprado, mientras escondíamos el agua, en las que se puede seguir toda la subida)
Por cierto, Jose Luis, que nos extrañó mucho a todos que no viniera, me llamó después para decirme que no pudo asistir pues había tenido un accidente de narices con la bicicleta. Literalmente. Tropezó con un bordillo, salió despedido por delante, y para no lesionarse las manos, decidió amortiguar la caída con la nariz, lo que le protegió de una posible lesión grave. Al final, cuatro puntos de nada y el martes a entrenar. Ánimos, y un abrazo a José Luis.

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