Son las 7:15 de una helada mañana de febrero. Estas a punto de meter el reflex y la vaselina en la bolsa cuando un ojo te apunta directamente desde la cama y la voz de tu mujer pregunta:
- ¿Se puede saber adónde vas?
- A Fuencarral.
- ¿Pero tu sabes qué día es hoy?
- Domingo.
- Sí, pero ¿qué domingo?
- El de Carnaval.
- ¿Pero tú eres tonto o qué?
Demasiado tarde te das cuenta de que el carnaval te lo van a montar a ti en cuanto la fiera que mora en tu cama termine de afilárse la lengua con el sacapuntas que acaba de coger de la mesilla. Tienes que pensar rápido: ¿qué día es hoy? ¿14 de febrero? ¡Joder, San Valentín!
- ¡San Valentín!, ¡Hoy es San Valentín y te he comprado un regalo! Pero te lo daré cuando vuelva de la carrera.
Y rápidamente, sin darle tiempo a contestar coges la bolsa y sales corriendo de casa. Eres consciente de que has cometido un grave error y de que no lo vas a poder arreglar con unas simples flores o un perfume. El sobreseimiento del patinazo requerirá una solución heróica. Rezas para que a la vuelta de la carrera esté abierto el Corte Inglés y puedas comprar lo único que te hará merecedor del perdón: una joya.
Por eso este año no me he inscrito en la Media de Fuencarral. No obstante lo cual le voy a regalar a Maribel una preciosa joya, un diamante tallado por uno de los mejores orfebres de nuestra poesía, Francisco de Quevedo y Villegas. Se titula: "La chiquita es la mejor":
Para los que gusten de otro tipo de gemas, Don Francisco, buen conocedor y gran catador de la hembra hispánica también compuso algunos sonetos, verdaderas esmeraldas que resplandecen en todo su verdor. Daros con este por felicitados todos los enamorados.
Y ya metidos en harina, no podíamos dejar a un lado a Góngora, tan apreciado por Quevedo, y un poco lejos de su culteranismo en este poema (que no debéis dejar leer a los niños).
- ¿Se puede saber adónde vas?
- A Fuencarral.
- ¿Pero tu sabes qué día es hoy?
- Domingo.
- Sí, pero ¿qué domingo?
- El de Carnaval.
- ¿Pero tú eres tonto o qué?
Demasiado tarde te das cuenta de que el carnaval te lo van a montar a ti en cuanto la fiera que mora en tu cama termine de afilárse la lengua con el sacapuntas que acaba de coger de la mesilla. Tienes que pensar rápido: ¿qué día es hoy? ¿14 de febrero? ¡Joder, San Valentín!
- ¡San Valentín!, ¡Hoy es San Valentín y te he comprado un regalo! Pero te lo daré cuando vuelva de la carrera.
Y rápidamente, sin darle tiempo a contestar coges la bolsa y sales corriendo de casa. Eres consciente de que has cometido un grave error y de que no lo vas a poder arreglar con unas simples flores o un perfume. El sobreseimiento del patinazo requerirá una solución heróica. Rezas para que a la vuelta de la carrera esté abierto el Corte Inglés y puedas comprar lo único que te hará merecedor del perdón: una joya.
Por eso este año no me he inscrito en la Media de Fuencarral. No obstante lo cual le voy a regalar a Maribel una preciosa joya, un diamante tallado por uno de los mejores orfebres de nuestra poesía, Francisco de Quevedo y Villegas. Se titula: "La chiquita es la mejor":
De las damas para el gusto,
para el contento y sabor,
la chiquita es la mejor.
Para la amorosa llama
la chica es una centella,
que suele el hombre tenella
y no hallarla en la cama,
y con esto más se inflama
el mas cobarde de amor:
la chiquita es la mejor.
¿A quién no causará enfado
una gorda en cualquier tiempo,
si, en lugar de pasatiempo,
se halla el hombre enojado
y más viéndose enfrascado
en tetas y salvohonor?
La chiquita es la mejor.
Si a la flaca el instrumento
tocáis en sus atabales,
salís com más cardenales
que del potro del tormento;
pues, procurando contento,
la flaca da ese dolor.
La chiquita es la mejor.
para el contento y sabor,
la chiquita es la mejor.
Para la amorosa llama
la chica es una centella,
que suele el hombre tenella
y no hallarla en la cama,
y con esto más se inflama
el mas cobarde de amor:
la chiquita es la mejor.
¿A quién no causará enfado
una gorda en cualquier tiempo,
si, en lugar de pasatiempo,
se halla el hombre enojado
y más viéndose enfrascado
en tetas y salvohonor?
La chiquita es la mejor.
Si a la flaca el instrumento
tocáis en sus atabales,
salís com más cardenales
que del potro del tormento;
pues, procurando contento,
la flaca da ese dolor.
La chiquita es la mejor.
Para los que gusten de otro tipo de gemas, Don Francisco, buen conocedor y gran catador de la hembra hispánica también compuso algunos sonetos, verdaderas esmeraldas que resplandecen en todo su verdor. Daros con este por felicitados todos los enamorados.
¡Ay, Floralba! Soñé que te... ¿Direlo?
Sí, pues que sueño fue: que te gozaba.
¿Y quién, sino un amante que soñaba,
juntara tanto infierno a tanto cielo?
Mis llamas con tu nieve y con tu yelo,
cual suele opuestas flechas de su aljaba,
mezclaba Amor, y honesto las mezclaba,
como mi adoración en su desvelo.
Y dije: «Quiera Amor, quiera mi suerte,
que nunca duerma yo, si estoy despierto,
y que si duermo, que jamás despierte».
Mas desperté del dulce desconcierto;
y vi que estuve vivo con la muerte,
y vi que con la vida estaba muerto.
Sí, pues que sueño fue: que te gozaba.
¿Y quién, sino un amante que soñaba,
juntara tanto infierno a tanto cielo?
Mis llamas con tu nieve y con tu yelo,
cual suele opuestas flechas de su aljaba,
mezclaba Amor, y honesto las mezclaba,
como mi adoración en su desvelo.
Y dije: «Quiera Amor, quiera mi suerte,
que nunca duerma yo, si estoy despierto,
y que si duermo, que jamás despierte».
Mas desperté del dulce desconcierto;
y vi que estuve vivo con la muerte,
y vi que con la vida estaba muerto.
Y ya metidos en harina, no podíamos dejar a un lado a Góngora, tan apreciado por Quevedo, y un poco lejos de su culteranismo en este poema (que no debéis dejar leer a los niños).
Decidme, dama graciosa,
qué es cosa y cosa.
Decid qué es aquello tieso
con dos limones al cabo,
barbado a guisa de nabo,
blando y duro como hueso;
de corajudo y travieso
lloraba leche sabrosa:
¿qué es cosa y cosa?
¿Qué es aquello que se lanza
por las riberas del Júcar?
caña de azúcar,
aunque da botes de lanza;
hiere, sin tomar venganza
de la parte querellosa;
¿qué es cosa y cosa?
Aquel ojal que está hecho
junto de Fuenterrabía,
digáisme, señora mía:
¿cómo es ancho siendo estrecho?
Y ¿por qué, mirando al techo,
es su fruta más sabrosa?
¿qué es cosa y cosa?
¿Por qué vuela pico a viento,
y sin comer hace papo?
¿Por qué, cuanto más le atapo,
más se abre de contento?
Y, si es tintero de asiento,
¿cómo bulle y no reposa?
¿qué es cosa y cosa?
qué es cosa y cosa.
Decid qué es aquello tieso
con dos limones al cabo,
barbado a guisa de nabo,
blando y duro como hueso;
de corajudo y travieso
lloraba leche sabrosa:
¿qué es cosa y cosa?
¿Qué es aquello que se lanza
por las riberas del Júcar?
caña de azúcar,
aunque da botes de lanza;
hiere, sin tomar venganza
de la parte querellosa;
¿qué es cosa y cosa?
Aquel ojal que está hecho
junto de Fuenterrabía,
digáisme, señora mía:
¿cómo es ancho siendo estrecho?
Y ¿por qué, mirando al techo,
es su fruta más sabrosa?
¿qué es cosa y cosa?
¿Por qué vuela pico a viento,
y sin comer hace papo?
¿Por qué, cuanto más le atapo,
más se abre de contento?
Y, si es tintero de asiento,
¿cómo bulle y no reposa?
¿qué es cosa y cosa?
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