Espléndida y fresquita mañana, ideal para correr. Así lo entendimos los casi 30 corredores que nos dimos cita en la Fuente de la Niña para subir a Valdenoches. Recibimos a viejos amigos que volvían después de mucho tiempo sin verlos, tiempo que por lo visto han pasado apagando fuegos.
También una corredora que se une por primera vez al grupo de los domingos, Carmen. Bienvenida, aunque te hagan venir en moto.
Y otra Carmen (sólo faltó la de Merimée), que también llevaba muchos meses sin aparecer. De nuevo bienvenida.
En el vestuario sólo se hablaba de lo que habrían tenido que hacer César y Manolo para conseguir ser portada en la prensa local. Imagino que será un primer paso para su entrada en política. Lo que sería de agradecer. Por fín unos políticos a los que podremos pillar (corriendo). Por cierto, ¿a quién se refieren con del hurón? ¿a quién llaman conejos?
Después todos a estirar, con más o menos intensidad, sobre todo el músculo que mejor se domina en el Club, la lengua. A los que no entrenáis habitualmente los domingos os recomendaría que vinierais y con suerte os dejarían de silbar los oidos.
La Sección Femenina va creciendo de día a día. Y eso que algunas consortes de ilustres miembros del Club que sé que están entrenando duro, todavía no se atreven a venir a correr con la tropa los domingos. Desde aquí me gustaría animarlas. Corremos gente de todos los niveles y nunca dejamos a nadie solo. Atrás sí, pero solo no. Pero también os pediría vigilar de cerca estas incorporaciones. Ya sabéis que las mujeres son cada vez más reivindicativas y cualquier día dicen que basta de discriminaciones y exigen compartir el vestuario con los chicos.
La salida, como siempre, con mucha alegría. Que duró lo que duran dos peces de hielo en un güisqui on the rocks. O sea, hasta la rotonda de la Bicicleta. Luego la fila se estiró, se estiró y ya no ví a nadie hasta los estiramientos propiamente dichos.
Estas son todas las fotos que pude hacer. Que las disfrutéis.
Ayer se corrió el maraton de Detroit, donde se produjeron 3 muertos en plena carrera: uno con 36 años, otro con 65 y el último con 26.
ResponderEliminarQue descansen es paz y ojo a los navegantes, el maraton no es una broma.