Hace ya demasiados años, disfruté de la hospitalidad de nuestro ejército durante una temporada que pasé en la Academia de Artillería de Fuencarral, a la que los caballeros (así se nos suponía ) aspirantes a oficiales de complemento, cariñosamente, llamábamos Fuencatraz, seguramente influenciados por la entonces reciente Fuga de Alcatraz que había protagonizado Clint Eastwood.
De Armamento y Balística la verdad es que me acuerdo poco, de Táctica y Estrategia casi nada, la Moral Militar dejé de practicarla incluso antes que la Civil, pero lo que nunca se me ha olvidado es como conseguir unas botas escrupulosamente limpias, a base de betún y salivazos.
Al final no conseguimos fugarnos y tuvimos que completar nuestra condena.
Durante veinte años, nunca sentí la mínima añoranza por volver a Fuencarral. Hasta que empecé a correr y me enteré de que allí se celebraba una de las más duras Medias Maratones de Madrid. Teniendo en cuenta que iba a ir corriendo, supuse que iba a ser difícil que me volvieran a atrapar los de la Academia, y me decidí a participar. Desde entonces he repetido siete veces y de las siete tengo un gran recuerdo.
Este año, a pesar de tener sacado el dorsal, no he podido participar por un problema de corazón (la víspera tenía una cena de San Valentín ), y lo he sentido mucho, ya que creo que ha sido la mejor participación a nivel individual y colectivo del Club en una media maratón. Mis más sinceras felicitaciones a todos, a los que ganaron y a los que terminaron, una mezcla de veteranía y juventud que augura un gran futuro y excelentes clasificaciones en próximas convocatorias.
De nuevo felicitaciones a todos, y una pequeña colleja a ese aborigen de Yunquera, que ha aprovechado que corría con mi dorsal para hacer el peor tiempo que le recuerdo en años. Con esa mancha en mi historial, ya veréis como el año que viene ni me dejan participar.
De Armamento y Balística la verdad es que me acuerdo poco, de Táctica y Estrategia casi nada, la Moral Militar dejé de practicarla incluso antes que la Civil, pero lo que nunca se me ha olvidado es como conseguir unas botas escrupulosamente limpias, a base de betún y salivazos.
Al final no conseguimos fugarnos y tuvimos que completar nuestra condena.
Durante veinte años, nunca sentí la mínima añoranza por volver a Fuencarral. Hasta que empecé a correr y me enteré de que allí se celebraba una de las más duras Medias Maratones de Madrid. Teniendo en cuenta que iba a ir corriendo, supuse que iba a ser difícil que me volvieran a atrapar los de la Academia, y me decidí a participar. Desde entonces he repetido siete veces y de las siete tengo un gran recuerdo.
Este año, a pesar de tener sacado el dorsal, no he podido participar por un problema de corazón (la víspera tenía una cena de San Valentín ), y lo he sentido mucho, ya que creo que ha sido la mejor participación a nivel individual y colectivo del Club en una media maratón. Mis más sinceras felicitaciones a todos, a los que ganaron y a los que terminaron, una mezcla de veteranía y juventud que augura un gran futuro y excelentes clasificaciones en próximas convocatorias.
De nuevo felicitaciones a todos, y una pequeña colleja a ese aborigen de Yunquera, que ha aprovechado que corría con mi dorsal para hacer el peor tiempo que le recuerdo en años. Con esa mancha en mi historial, ya veréis como el año que viene ni me dejan participar.
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