Aunque yo pensaba que esto no podía llegar a suceder, las vacaciones se me han terminado y debo enfrentarme de nuevo a la cruda realidad: ¡hay que trabajar para vivir! Y hay que retomar los comentarios en este blog, que también llevan su trabajo, aunque en este caso no sea remunerado.
Pues bien, durante estas tres semanas en las que el blog ha estado cerrado, ha habido un grupo de socios que no hemos dejado la actividad atlética, y tengo información y fotos sobre varias carreras que os iré haciendo llegar en días sucesivos.
También es verdad que otro grupo de compañeros la única actividad atlética que han hecho ha sido con las mandíbulas, bien comiendo, bien hablando, quejándose del calor, del viento o de cualquier otra cosa que les excusara de entrenar. Bueno, pues eso se ha terminado. Y en primer lugar, hay que realizar el siguiente ejercicio:
- Ponerse de pie, juntar los talones, y con ambas piernas bien rectas inclinar la barbilla (con permiso de la papada) y mirar hacia abajo.
- Si sois capaces de veros la hebilla del cinturón, es que todo sigue en orden.
- Si un pequeño promontorio grasiento, también conocido como la barriga, os impide la vista, es una clara señal de que hay que volver a los entrenamientos.
- Si además de la hebilla, habéis perdido también de vista esa cosa diminuta que reposa un poquito más abajo de la misma, y os veis obligados a orinar de memoria, además de volver a los entrenamientos, tendréis que reducir drásticamente el consumo de grasas saturadas, hidratos de lenta absorción, además de pan, chorizo, morcilla y demás derivados porcinos.
- Y, esto es básico, no intentéis poneros las camisetas que llevabais en Abril. No es por profundizar en la herida, pero el esfuerzo resulta conmovedor, por no decir patético.
Y en segundo lugar, hay que volver a nuestras rutas dominicales. Mañana propondremos la primera. Hasta entonces se admiten sugerencias.
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MEDITACION PARA HOY.
Hay un grupo de inconscientes que piensan que con un par de vueltecitas en bicicleta ya han cumplido. No seré yo el que lo discuta. Simplemente contemplarlos en el siguiente vídeo y decidid vosotros mismos. (Aparecen bajo seudónimo, pero no hacen falta grandes dotes de perspicacia para descubrir de quién se trata. Una pista: el Yayo lleva barba ...)
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Pues bien, durante estas tres semanas en las que el blog ha estado cerrado, ha habido un grupo de socios que no hemos dejado la actividad atlética, y tengo información y fotos sobre varias carreras que os iré haciendo llegar en días sucesivos.
También es verdad que otro grupo de compañeros la única actividad atlética que han hecho ha sido con las mandíbulas, bien comiendo, bien hablando, quejándose del calor, del viento o de cualquier otra cosa que les excusara de entrenar. Bueno, pues eso se ha terminado. Y en primer lugar, hay que realizar el siguiente ejercicio:
- Ponerse de pie, juntar los talones, y con ambas piernas bien rectas inclinar la barbilla (con permiso de la papada) y mirar hacia abajo.
- Si sois capaces de veros la hebilla del cinturón, es que todo sigue en orden.
- Si un pequeño promontorio grasiento, también conocido como la barriga, os impide la vista, es una clara señal de que hay que volver a los entrenamientos.
- Si además de la hebilla, habéis perdido también de vista esa cosa diminuta que reposa un poquito más abajo de la misma, y os veis obligados a orinar de memoria, además de volver a los entrenamientos, tendréis que reducir drásticamente el consumo de grasas saturadas, hidratos de lenta absorción, además de pan, chorizo, morcilla y demás derivados porcinos.
- Y, esto es básico, no intentéis poneros las camisetas que llevabais en Abril. No es por profundizar en la herida, pero el esfuerzo resulta conmovedor, por no decir patético.
Y en segundo lugar, hay que volver a nuestras rutas dominicales. Mañana propondremos la primera. Hasta entonces se admiten sugerencias.
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MEDITACION PARA HOY.
Hay un grupo de inconscientes que piensan que con un par de vueltecitas en bicicleta ya han cumplido. No seré yo el que lo discuta. Simplemente contemplarlos en el siguiente vídeo y decidid vosotros mismos. (Aparecen bajo seudónimo, pero no hacen falta grandes dotes de perspicacia para descubrir de quién se trata. Una pista: el Yayo lleva barba ...)
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