¿Y si el secreto esta en las zapatillas?.
Por Jose Antonio del Olmo
Ese puede ser el supuesto al que se agarra quien en la última semana se va viendo poseído por el miedo a la dureza de una prueba agónica.
Me dice una buena amiga que la primera persona que hizo una prueba de esa distancia murió; ¡ya! pero me justifico, la justifico, el problema es que no se fió de sus compañeros y corrió con la espada y la coraza, signo entonces de fuerza y riqueza, hasta la extenuación. Cuando comprendió que lo importante no era lo que tenía sino lo que era, ya era tarde y aunque le recogieron despojado de ropas superfluas, también le recogieron sin vida.
Quiromágicos, sanadores, brujos, políticos cualquier persona que nos prometa la grandeza y belleza es nuestro díos.
Situado ante el primer aviso del presidente de la gran corrida, me vuelvo a amarrar al teclado, intentando no confundir el último entreno con series de seis minutos, con el personaje que intentaré representar el sábado 26 de abril para los ancianos que acudan a los bajos de una iglesia, donde estoy aprendiendo a ser “actor”, (abstenerse de averiguar donde se producirá suceso tan de cuarto milenio).
Así, hoy martes, en un paisaje tan arrobador con verdes preciosos, iniciaba una serie a la vez que intentaba recordar como Ildefonso se dirige a Refugio, joven moza Sevillana, no sé si para ganar una apuesta que tiene con sus amigotes ó para superar un ritmo de 4’ el kilómetro. Cuando acababa la serie, era Refugio quien se burlaba del inocente Ilderfonso o de José Antonio, porque a la serie terminada se aparecía la serie sucesiva y eso se añadía que aún quedaba cansancio del domingo pasado, donde en la Miria de Torija, tomé conciencia de dos cosas, del frío que hacía que me tiene congestionada la cabeza y por el otro lado de los años que va cumpliendo uno, pues obtuve un premio por el tiempo, que no estuvo mal y por ser uno de los más “antiguos”.
Si, como nos anuncia el reloj inexorable de Joaquín, ya sólo son cinco días, podríamos haber hecho muchas cosas, pero esto es lo que hay. El masaje de Alberto el sábado descubrió el punto débil que se encuentra en el bíceps femoral; ha dejado correr, ha dejado patinar pero siempre ha estado ahí y el miedo al mundo desconocido de los cuarenta y dos kilómetros ha hecho que buscará sanar algo que lleva tanto tiempo recordándome las limitaciones.
De la Miria, agradecer a la gente de allí y luego al inconmensurable Luis Montes y a nuestro presidente que nos homenajea con una prueba donde nos podemos dar un baño de compañeros del club, para contarnos miedos, entrenos, para bromear y desafiar si llega el caso y también para ver a Regino, Alicia compañeros de los primeros años de carreras. Estaban animando y como la vida misma, que va muy rápida, y nos muestra ese tiempo también daba un vuelco el corazón al sentirlos tan próximos. Mi mente en la carrera de hoy martes y el domingo se situó en el maratón que hicieron en Sevilla, cuando el Ayuntamiento de Guadalajara aún financiaba estos viajes incluso pagando el autobús y parte del hotel.
En aquellos momentos, que empezaba, tuve que desistir de correrlo, a pesar de estar inscrito porque pille una periostitis como un camión; el hecho de querer seguir a gente como Vicente Peña y José Luis Hermida en sus entrenamientos era algo que lo único que producía eran lesiones, gente metódica y sacrificada y a nivel tiempos, durante una época, los obtuvieron magníficos.
Aquello vivido en mi primer maratón fue una buena lección, durante años (cuando mejor entrené) no volví a intentar hacer un maratón. Fue años después, en la primera resurrección, cuando lo mítico se me subió a la cabeza. Regino en aquella carrera de Sevilla, me indico de forma explicita lo harto de kilómetros que puede ir uno.
Así, con la cabeza en Sevilla o la cabeza en Madrid, la necesidad de ser lo más consecuente con lo que cada uno es en este momento, prevalece sobre otros sueños, que ni están, ni se les esperan.
El viaje a Itaca ha concluido pero cuando lleguemos descubriremos que lo bonito ha sido el camino seguido, las islas descubiertas, los dolores vencidos, los cíclopes cegados y descubriremos que la vida son Itacas, vividas del principio al final. Si Joaquín, nos pone el viaje a Itaca de Lluis Llach, me voy y si alguien recupera un artículo de hace años de Manuel Vicent, donde narraba un corredor que hacía el maratón de Roma pasando por los lugares más emblemáticos, los dolores nos llegarán pero en el ultimo gramo de energía estará guardadas esas esencias de la vida.
Konstantínos Kaváfis.
ÍTACA.
Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Posidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.
Por Jose Antonio del Olmo
Ese puede ser el supuesto al que se agarra quien en la última semana se va viendo poseído por el miedo a la dureza de una prueba agónica.
Me dice una buena amiga que la primera persona que hizo una prueba de esa distancia murió; ¡ya! pero me justifico, la justifico, el problema es que no se fió de sus compañeros y corrió con la espada y la coraza, signo entonces de fuerza y riqueza, hasta la extenuación. Cuando comprendió que lo importante no era lo que tenía sino lo que era, ya era tarde y aunque le recogieron despojado de ropas superfluas, también le recogieron sin vida.
Quiromágicos, sanadores, brujos, políticos cualquier persona que nos prometa la grandeza y belleza es nuestro díos.
Situado ante el primer aviso del presidente de la gran corrida, me vuelvo a amarrar al teclado, intentando no confundir el último entreno con series de seis minutos, con el personaje que intentaré representar el sábado 26 de abril para los ancianos que acudan a los bajos de una iglesia, donde estoy aprendiendo a ser “actor”, (abstenerse de averiguar donde se producirá suceso tan de cuarto milenio).
Así, hoy martes, en un paisaje tan arrobador con verdes preciosos, iniciaba una serie a la vez que intentaba recordar como Ildefonso se dirige a Refugio, joven moza Sevillana, no sé si para ganar una apuesta que tiene con sus amigotes ó para superar un ritmo de 4’ el kilómetro. Cuando acababa la serie, era Refugio quien se burlaba del inocente Ilderfonso o de José Antonio, porque a la serie terminada se aparecía la serie sucesiva y eso se añadía que aún quedaba cansancio del domingo pasado, donde en la Miria de Torija, tomé conciencia de dos cosas, del frío que hacía que me tiene congestionada la cabeza y por el otro lado de los años que va cumpliendo uno, pues obtuve un premio por el tiempo, que no estuvo mal y por ser uno de los más “antiguos”.
Si, como nos anuncia el reloj inexorable de Joaquín, ya sólo son cinco días, podríamos haber hecho muchas cosas, pero esto es lo que hay. El masaje de Alberto el sábado descubrió el punto débil que se encuentra en el bíceps femoral; ha dejado correr, ha dejado patinar pero siempre ha estado ahí y el miedo al mundo desconocido de los cuarenta y dos kilómetros ha hecho que buscará sanar algo que lleva tanto tiempo recordándome las limitaciones.
De la Miria, agradecer a la gente de allí y luego al inconmensurable Luis Montes y a nuestro presidente que nos homenajea con una prueba donde nos podemos dar un baño de compañeros del club, para contarnos miedos, entrenos, para bromear y desafiar si llega el caso y también para ver a Regino, Alicia compañeros de los primeros años de carreras. Estaban animando y como la vida misma, que va muy rápida, y nos muestra ese tiempo también daba un vuelco el corazón al sentirlos tan próximos. Mi mente en la carrera de hoy martes y el domingo se situó en el maratón que hicieron en Sevilla, cuando el Ayuntamiento de Guadalajara aún financiaba estos viajes incluso pagando el autobús y parte del hotel.
En aquellos momentos, que empezaba, tuve que desistir de correrlo, a pesar de estar inscrito porque pille una periostitis como un camión; el hecho de querer seguir a gente como Vicente Peña y José Luis Hermida en sus entrenamientos era algo que lo único que producía eran lesiones, gente metódica y sacrificada y a nivel tiempos, durante una época, los obtuvieron magníficos.
Aquello vivido en mi primer maratón fue una buena lección, durante años (cuando mejor entrené) no volví a intentar hacer un maratón. Fue años después, en la primera resurrección, cuando lo mítico se me subió a la cabeza. Regino en aquella carrera de Sevilla, me indico de forma explicita lo harto de kilómetros que puede ir uno.
Así, con la cabeza en Sevilla o la cabeza en Madrid, la necesidad de ser lo más consecuente con lo que cada uno es en este momento, prevalece sobre otros sueños, que ni están, ni se les esperan.
El viaje a Itaca ha concluido pero cuando lleguemos descubriremos que lo bonito ha sido el camino seguido, las islas descubiertas, los dolores vencidos, los cíclopes cegados y descubriremos que la vida son Itacas, vividas del principio al final. Si Joaquín, nos pone el viaje a Itaca de Lluis Llach, me voy y si alguien recupera un artículo de hace años de Manuel Vicent, donde narraba un corredor que hacía el maratón de Roma pasando por los lugares más emblemáticos, los dolores nos llegarán pero en el ultimo gramo de energía estará guardadas esas esencias de la vida.
Konstantínos Kaváfis.
ÍTACA.
Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Posidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.
ALABADO SEA DIOS. !MORIR HABEMUS! !YA LO SABEMUS!
ResponderEliminarY EL QUE TENGA HUVOS, QUE HAGA UN COMENTARIO AL TEXTO, COMO CUANDO ESTUDIABAMOS BACHILLERATO.
Quiero dejar bien claro, que el chiste de hoy nada tiene que ver con las JORNADAS OLMIANAS,que nada tiene que ver con las publicadas hoy, que cualquier parecido o semejanza seria pura coincidencia, o producto del perverso pensamiento de alguno de vosotros.
ResponderEliminarCHISTE Nº 13.-AL QUE DIOS SE LA DA QUE SAN PEDRO SE LA BENDIGA.------------------------------------------En plenas "negociaciones" de Moisés con el Faraón, el primero le planteó a Dios esta pregunta:"si voy a los isrealitas y les digo que el Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros, y ellos me preguntan:"¿cual es su nombre? ¿que le responderé?.
Dios le dijo:YO SOY EL QUE SOY" (EX 3, 13-14).
A lo que Moisés le contestó: SI TE SEGUIMOS MAESTRO, ES POR LO BIEN QUE TE EXPLICAS.