Creo que todos habremos pasado una semana cuanto menos diferente. Julio Ambrona, por ejemplo en su labor de amenazar nuestras dulces salidas dominicales ha comenzado a realizar 4 días de entrenamiento semanales. No los repetirá pero si lo hiciera seguro que Juan Antonio cambiaría de quinto hombre enseguida. Por los pelos me he librado, de participar en el equipo “Correguada” (je, je, Florián, ya ves que aprovecho cualquier resquicio para recordar mi opción, como ahora la veo en tantos sitios: el antiguo foro, la nueva página); visto el tiempazo que hicieron Armando, Francisco Díaz en la media universitaria.
Después del sábado, que como os puse me dejó muy satisfecho, al día siguiente empezaba un viaje a la nieve, pero he buscado momentos para no perder la forma: El domingo a las siete de la mañana, dos días de travesía con los esquís (subir 700 de desnivel dos días me hizo estar cardiaco al finalizar la ascensión), dos días corrí muy despacio pero durante más de hora y media. Esto es resumen del trabajo en los Pirineos. Hoy domingo, 23 de marzo de 2008 la cosa no ha sido fácil, hemos subido hasta el kilómetro sesenta y nueve donde nuestro ángel de la guardia, Florián, nos había guardado unas bebidas isotónicas que nos han dado la vida aunque las malas lenguas dicen que pueden haber introducido algún componente dopante.
El lunes realicé una hora corriendo como pude pero ya sabéis yo sumo todo, me vale todo como a los cerdos, que no los cabestros.
Ayer, martes corrí con Antonio Cortés; ya nada es lo mismo, pero me acordé de hace más de 20 años, que tuve el privilegio de correr con los dos hermanos Cortés. La vuelta al cementerio de Taracena fue como una de las visitas a los anillos del Infierno; el ritmo que impusieron me hizo llegar con las piernas temblando. Años después. hicimos unas series de 6 minutos, cinco en concreto. El desentrenamiento del que decía hacer gala, para mí sería estar en una buena forma, pero es lo que tienen las personas dotadas de una gran capacidad física.
Ya os hablé de Luis Gil, me ha dicho que esta semana trabajé con prudencia, con el fin de intentar hacer un buen tiempo en la carrera de homenaje a Fernando Olalla (que también es para mí, la carrera de reconocimiento a Felipe y a otras personas que hemos ido coincidiendo en estos años. Acabo de ver un video de un concierto del Bruce, aparece Danny Federici, cuando oigo su música, agradezco desde lo más profundo de mí el haber podido oír a esta gente, el poder haber seguido los guiones de Rafael Azcona o la inmensa suerte de poder asistir a películas como “cometas en el cielo”, me abruma sentir lo que entrega la gente a los demás. A veces, he tenido miedo de pensar que correr es un acto de egoísmo hacía uno mismo, pues aunque sufres pero el final es un placer que sientes. Luego, reflexionas y sabes que ese tiempo te es necesario para muchas cosas sobre todo, para sentir la “soledad del corredor de fondo” que intentas que sea productiva para otras facetas de tu vida. (un poco fuerte, ¿no?)
Después del sábado, que como os puse me dejó muy satisfecho, al día siguiente empezaba un viaje a la nieve, pero he buscado momentos para no perder la forma: El domingo a las siete de la mañana, dos días de travesía con los esquís (subir 700 de desnivel dos días me hizo estar cardiaco al finalizar la ascensión), dos días corrí muy despacio pero durante más de hora y media. Esto es resumen del trabajo en los Pirineos. Hoy domingo, 23 de marzo de 2008 la cosa no ha sido fácil, hemos subido hasta el kilómetro sesenta y nueve donde nuestro ángel de la guardia, Florián, nos había guardado unas bebidas isotónicas que nos han dado la vida aunque las malas lenguas dicen que pueden haber introducido algún componente dopante.
El lunes realicé una hora corriendo como pude pero ya sabéis yo sumo todo, me vale todo como a los cerdos, que no los cabestros.
Ayer, martes corrí con Antonio Cortés; ya nada es lo mismo, pero me acordé de hace más de 20 años, que tuve el privilegio de correr con los dos hermanos Cortés. La vuelta al cementerio de Taracena fue como una de las visitas a los anillos del Infierno; el ritmo que impusieron me hizo llegar con las piernas temblando. Años después. hicimos unas series de 6 minutos, cinco en concreto. El desentrenamiento del que decía hacer gala, para mí sería estar en una buena forma, pero es lo que tienen las personas dotadas de una gran capacidad física.
Ya os hablé de Luis Gil, me ha dicho que esta semana trabajé con prudencia, con el fin de intentar hacer un buen tiempo en la carrera de homenaje a Fernando Olalla (que también es para mí, la carrera de reconocimiento a Felipe y a otras personas que hemos ido coincidiendo en estos años. Acabo de ver un video de un concierto del Bruce, aparece Danny Federici, cuando oigo su música, agradezco desde lo más profundo de mí el haber podido oír a esta gente, el poder haber seguido los guiones de Rafael Azcona o la inmensa suerte de poder asistir a películas como “cometas en el cielo”, me abruma sentir lo que entrega la gente a los demás. A veces, he tenido miedo de pensar que correr es un acto de egoísmo hacía uno mismo, pues aunque sufres pero el final es un placer que sientes. Luego, reflexionas y sabes que ese tiempo te es necesario para muchas cosas sobre todo, para sentir la “soledad del corredor de fondo” que intentas que sea productiva para otras facetas de tu vida. (un poco fuerte, ¿no?)
Gracias, Joaquín. Estoy derretido y espero poder hacer una buena media marathon que irá dedicada a tí y a personas como tú. José Antonio
ResponderEliminar! Jose, vaya espinita que tienes clavada con el nombre del Club !
ResponderEliminarTe recuerdo que el nombre del Club que tan dignamente representas, fuè elegido democraticamente, ésto es, por mayoria.
Si acaso, que tampoco lo recuerdo,tal vez tuve el honor de ser uno de los portavoces del grupo que defendía esa denominación.
De cualquier forma y bromas aparte, si contamos contigo y con gente como tú, no me cabe la menor duda de que al margen del nombre, será el nuestro un Club importante y admirado.